El director general de Beneva, Marco Algorta, participó de un vivo con el periodista Javier Hasse, del portal argentino El Planteo. La charla, en español, abordó aspectos de las terapias asistidas por psicodélicos en el tratamiento de trastornos como la depresión y, principalmente, la dependencia química.
Las terapias de tipo han ganado popularidad en las últimas décadas como alternativas viables para los pacientes que no responden a los tratamientos convencionales. Entre las sustancias permitidas se encuentra la ibogaína, una raíz originaria de África Occidental. Beneva es pionera en el cuidado psicodélico y fue reconocida como compañía de ibogaína del año en los Premios Microdose, los principales premios de la industria psicodélica del mundo.
En la conversación, Algorta recordó que Brasil es el tercer país con más artículos de impacto sobre psicodélicos, según una encuesta publicada en el Journal of Psychoactive Drugs. “Brasil tiene toda una red trabajando en eso y es líder total”, definió.
También reflexionó sobre las diferencias regulatorias en otros países que usan ibogaína, como México, donde la atención no se brinda en ambientes hospitalarios, a diferencia de Brasil. “Nuestro abordaje [en Beneva] es único, porque es un abordaje completamente médico, y esto genera muchas garantías para los pacientes, que no encuentran lo mismo en las clínicas mexicanas”, señaló.
Además, el tratamiento de la adicción con ibogaína asume una celeridad difícil de encontrar en tratamientos que buscan aislar al paciente de la sociedad, lo que puede acarrear graves daños emocionales en personas ya de por sí frágiles. Como decía Algorta, separar al paciente de las personas que le gustan puede ser peor que la propia adicción.
Según él, es necesario pensar en formas de garantizar que más personas puedan beneficiarse de los psicodélicos. “Tenemos que trabajar para generar más accesibilidad para quienes lo necesitan”, concluyó.